miércoles, 30 de septiembre de 2020

No es por el dinero

Por parte paterna, mi familia es santanderina (y asturiana, y vasca… pero me voy a limitar a mi padre), así que cuando tuve que abrir una cuenta corriente lo hice, naturalmente, en el Banco de Santander.

Dejé la entidad cuando me cambiaron de cuenta infantil a cuenta adulta (con el consiguiente pase a cobrar comisiones) sin, que yo recuerde, avisarme. Me fui entonces a Caja Madrid, donde he permanecido desde entonces, cambio de denominación (Bankia) y de naturaleza social (puesto que una caja de ahorros es una fundación, y un banco una sociedad). Como no me han hecho faenas, que yo sepa, no he visto la necesidad de cambiarme.

Pero ahora leo que Bankia y Caixabank negocian su fusión (en realidad, que la segunda absorba a la primera). Dado que la primera está intervenida por el Estado, eso supone que el desgobierno socialcomunista metería sus zarpas en lo que sería el primer banco de España.

Entre eso y que yo, a los catalinos, ni en pintura, me estoy pensando muy mucho el volver al banco de Ana Pati…

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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