No
siento ninguna simpatía por las oenegés en general, y por algunas como Amnistía
Internacional o Greenpeace en particular. Considero que son una panda de
pijiprogres que, en general, con el riñón bien cubierto y la vida solucionada,
se dedican a pontificar sobre esto, lo otro y lo de más allá, como si se
encontraran en posesión de la verdad por algún tipo de decreto div… laico. Lo cual
no quita para que, algunas veces, suene la flauta por casualidad.
Es
el caso de la organización cuyo símbolo es la vela y el alambre de espino, y
que dice velar por la defensa de los derechos humanos en todo el mundo, pero
que con mucha frecuencia se dedica a repartir, como suelen hacer los progres,
carnets de demócratas según su criterio.
Sin
embargo, recientemente nos han dado una alegría a todos los españoles de bien,
al no considerar como presos políticos a los miembros del cesado consejo de gobierno
regional catalán ni a los Jorges. Como
no podía ser menos, por otra parte, aunque que reconozcan tal evidencia es otro
cantar.
Vaya
chasco que tienen que haberse llevado unos y otros. Pagaría por ver sus caras.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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