Si
ayer decía que desde que salió la noticia de las listas separadas habían pasado
un montón de cosas, hoy empiezo a comentar esas cosas.
Y
la primera cosa a comentar fue que, decretada la aplicación del artículo 155 de
la Constitucion Española, a Cocomocho
le faltó tiempo para salir por patas y cruzar la frontera rumbo a Europa. A Bruselas,
concretamente, a entregarse a la policía belga.
Como
él precisó, no iba a Bélgica, sino a Bruselas. Con ello supongo que quería
implicar que no pretendía ponerse bajo el amparo de las autoridades del pequeño
país entre Francia y los Países Bajos, sino de las autoridades de ese ente
supranacional al que proclamaban que Cataluña seguiría perteneciendo una vez se
emancipara de la ladrona España, por más que esas mismas autoridades negaran
tal posibilidad por activa, por pasiva y hasta por perifrástica.
No
deja de ser curioso (dicho sea animus
iocandi) que él y los que le acompañaban en su huida (o retirada
estratégica, si queremos ser misericordiosos) solicitaran declarar en flamenco.
Si bien el neerlandés (grupo de lenguas al que pertenece la variedad hablada en
las provincias septentrionales de Bélgica y en Bruselas) es lengua oficial de la Unión Europea, no es menos cierto que tiene una difusión menor (y, a priori,
menor posibilidad de conocimiento: estaría dispuesto a jugarme pincho de
tortilla y caña a que los golpistas huidos son incapaces siquiera de decir España nos roba en ese idioma) que otras
como podrían ser el francés (también hablado en Bélgica), el inglés (¿quién no
habla ese idioma actualmente? Salvo los presidentes de Gobierno españoles,
quiero decir) o, por decirlo claramente, el español.
Como
siempre, se les vio el plumero: lo que pretendían es que les fuera asignado un
juez que hablara esa lengua y que, presumiblemente, sería de ese origen
geográfico, lo que a priori le predispondría a favor de los planteamientos que
pudieran hacer los fugados, como a favor estuvo el alto cargo de la
Administración belga que fue reprendido por manifestarse favorable a la declaración
unilateral de independencia (cada vez que leo DUI automáticamente pienso en un
anticonceptivo femenino, vaya usted a saber por qué).
Y
así fue: Cocomocho y los huidos quedaron
en libertad a la espera de que se resolviera su extradición, ya que el juez
belga decretó libertad con medidas cautelares en tanto en cuanto un tribunal no
decidiera sobre la euro orden de detención.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario