miércoles, 1 de noviembre de 2017

Una mentira es una mentira, se diga en el idioma en el que se diga

En la guerra por la unidad de España, sus enemigos tienen una batalla ganada desde hace mucho tiempo, la de la comunicación. Esto es así porque los que deberían defender a nuestro país no se han molestado en combatir la sarta de mentiras que terroristas, golpistas, secesionistas y comunistas se han dedicado a vomitar desde hace ya cuatro décadas largas.
Y lo malo es que la cosa sigue. Uno de esos comunistas con el riñón bien forrado, el dueño de La Secta y Púbico, en cuya casa se encontraron Junior y el estrábico con sobrepeso para Dios sabe qué perverso contubernio, le vendió a la BBC (¡quién la ha visto y quién la ve!) la celebración de un debate sobre Cataluña. Por lo visto (es un decir, no sé que se haya emitido), la cadena británica tragó.
En otro orden de cosas, el diario The Guardian lamentó haberse tragado las mentiras sobre la violencia policial sin haber comprobado antes si las cifras de centenares y centenares de heridos que pregonaban golpistas y neocom eran ciertas o no.
Finalmente, tarde, mal y poco, el ministro de Asuntos Exteriores del Reino de España aclaró en la BBC las mentiras de la jornada del butifarrendum IIveinte días después.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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