La
auto otorgada superioridad moral de la izmierda
ha calado de manera tan impercibida como inmisericorde en gran parte de la
gente. Tan es así que incluso quienes no se consideran de izquierdas les hacen
el juego a las izquierdas, empleando sus conceptos y terminología.
Viene
esto a cuento del acto que, a principios de este mes –ya va adelgazando el
colchón de posibles entradas y, por lo tanto, los sucesos comentados están más próximos
en el tiempo al comentario que los recoge-, celebró Vox en Vista Alegre. Vox es un partido que defiende, desde mi punto de vista, postulados
de derechas; lo que debería ser el PP si no hubiera migrado al centrorreformismo, o por lo menos más
próximo a ese deber ser que el actual
Partido Popular.
Naturalmente,
todas las fuerzas políticas a la izquierda de Vox se apresuraron a tildarles de
ultraderechistas, implicando que tal ideología es mala y reprobable: para
Ciudadanos hay muchos más votantes liberales; para el PP, votar a Vox significa tener a Sánchez cuatro años más en Moncloa (de hecho, es lo único indudablemente cierto de todo este párrafo: la división del voto en varias formaciones les deja con un resultado total menor que si concurrieran todas unidas... y eso vengo diciéndolo desde hace ya treinta años); para el dctr Pdr Snchz, la culpa de la llegada
de la ultraderecha de Vox es del PP ¡por preguntarle sobre su tesis!, ignorando
que Vox ya lleva, valga la expresión, dando la tabarra desde hace unos cuantos años
(más tiempo, en todo caso, del que es de público conocimiento que la tesis de Sin vocales no vale ni el papel en que
está impresa).
Y,
al hilo de esto, enlazo con el resultado de la elecciones presidenciales en
Brasil, en las que ha triunfado el candidato de la derecha… al que se tilda de ultraderechista en medios de información
de todo pelaje. ¿Por qué nadie dice que Junior,
conocido en sus años de estudiante universitario como el Chepa, encabeza un partido político –una ensaladilla de siglas,
más bien- de ultraizquierda.
Eso,
dejando aparte el hecho de que, sólo en el siglo XX, la ultraizquierda ha
causado muchísimas más muertes que la ultraderecha, y que las dos formaciones ultraderechistas
por antonomasia –los nazis alemanes y los fascistas italianos- se originaron…
en la izquierda.