Paradigmáticamente,
los catalanes son más agarrados que un chotis, avaros hasta la extenuación. Es sólo
un estereotipo, claro, pero...
…pero
hay veces que la realidad imita a los estereotipos. En su continua huida hacia
delante, los epígonos de Jorgito Poyuelo han fundado partido político tras
partido político. No les ha servido de nada, porque vez tras vez han ido
perdiendo votos, escaños y poder.
Pero
lo más irónico de todo es que en la última refundación, el partido no ha
permitido a sus presidentes, un tal Sánchez y Cocomocho, votar a distancia… y las razones han sido económicas.
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