Los
detractores del Real Madrid suelen achacarle, entre otras cosas, que fue el equipo del régimen (franquista, se
entiende). Sin embargo, quizá convendría repasar los hechos un poco…
De
las treinta y seis ediciones de la Liga que finalizaron en vida del Caudillo,
el Real Madrid no ganó la primera hasta la temporada 1.953-54; para entonces,
cinco equipos (Atlético Aviación/Atlético de Madrid, Valencia, Bilbao,
Barcelona y Sevilla) ya la habían ganado. Bien es cierto que luego cogería
carrerilla hasta completar catorce trofeos ligueros como primero de la
clasificación.
En
cuanto a la Copa del Generalísimo, el Real Madrid no la ganó hasta 1.946; hasta
entonces, la habían ganado otros cinco equipos (Sevilla, Español, Valencia,
Barcelona y Bilbao); de las treinta y ocho ediciones que se celebraron, ganó
únicamente seis (contra nueve del Barcelona y otras nueve del Bilbao).
Sumando
ambos campeonatos, de setenta y cuatro títulos posibles consiguió veinte, por
diecisiete del Barcelona. Sin embargo, el club merengue no le entregó al
Generalísimo una insignia de oro y brillantes y dos medallas de oro… ni, sobre
todo, construyó su estadio (que casi medio siglo después sigue llamándose Campo nuevo) gracias a que el Caudillo autorizó
la recalificación de los terrenos de Les Corts y puso fin a la crisis económica
de la entidad barcelonista.
Agradecidos
y valientes como son, ahora los culerdos
quieren retirar todas las distinciones otorgadas al Generalísimo. Pues que
tengan cuidado, no sea que, ahora que algunos dicen que le van a sacar del
Valle de los Caídos, decida darse una vueltecita por esa esquinita de España…
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