lunes, 8 de abril de 2019

Las cosas van despacio

Es probable que el Gobierno del dctr Snchz no calibrara adecuandamente las consecuencias de manifestar su intención de exhumar los restos mortales de Francisco Franco del lugar donde reposan desde hace ya cuarenta y tres años largos. De hecho, es bastante seguro: es imposible que un sujeto tan absolutamente cortoplacista como Sin vocales pudiera prever (dudo incluso que sepa conjugar el verbo) que semejante iniciativa se iba a convertir en un dolor de cabeza de proporciones mayores que la cruz que corona el impresionante (el calificativo no es mío, aunque estaba delante cuando fue manifestado) monumento localizado en la sierra de Guadarrama.
Y es que no sólo la familia del Generalísimo se ha manifestado, lógicamente, en contra del proceder arbitrario de esa reata de oportunistas sectarios al que un aquelarre de comunistas, golpistas y terroristas ha colocado al frente de los destinos de España, sino que también los más directamente afectados –los monjes de la abadía benedictina del Valle de los Caídos- han recurrido ante el Tribunal Supremo el acuerdo del Consejo de Ministros. Y lo hace señalando evidencias tales como que la falta de autorización eclesiástica –de momento no la hay- vulneraría el principio de inviolabilidad protegido por los acuerdos entre España y la Santa Sede.
Y mientras, el Supremo parece que tardará semanas en resolver sobre la paralización cautelar de la exhumación. Entre esto y el proceso a los golpistas catalanes, parece que la Justicia al fin está haciendo las cosas bien y se anda con pies de plomo antes de tomar una decisión.
Al paso que vamos, va a ocurrir con el PSOE y el traslado de los restos mortales del Generalísimo lo mismo que con los Testigos de Jehová (o corriente religiosa semejante) y el fin del mundo: que no paran de posponer la fecha, porque la que dan se incumple sistemáticamente vez tras vez.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

No hay comentarios: