miércoles, 1 de mayo de 2019

Apañados estamos

La pretendida superioridad moral de la izquierda suele quedar por los suelos cuando es confrontada con la realidad.
Tomemos, por ejemplo, el caso de la pareja mandante entre los neocom: presumían de vivir en un barrio obrero, pero se han mudado a un chalet de lujo vigilado las veinticuatro horas por la Guardia Civil; defienden la igualdad entre hombres y mujeres, pero las parejas del chepas son encumbradas cuando están próximas a él y arrinconadas cuando la llama de la pasión se apaga; no se ponen un traje de chaqueta y corbata para acudir a actos oficiales y solemnes como una audiencia real, pero son capaces de calzarse ropa de sport que cuesta un ojo de la cara.
Más o menos en esa línea de mueve el caso de la presidente de una organización llamada Infancia libre que, en un curioso retruécano, fue detenida hace un mes por secuestrar a su hijo y tenerlo oculto sin escolarizar. Aunque esta joyita figuraba como asesora próxima a los neocom, tras su detención Junior se apresuró a negar la relación de su formación con la detenida.
La cosa tiene todavía más delito (valga el chiste fácil) si consideramos que los psicólogos habían advertido ya que la colaboradora de los neocom (si, Junior, sí: la verdad es la verdad, aunque la niegues cienes y cienes de veces) era un grave riesgo para su hijo.
Y a gente con este ojo para seleccionar colaboradores es a la que los españoles han entregado la clave para la gobernación (que no la manida gobernabilidad) de España.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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