Como
el Tribunal Supremo se la está cogiendo con papel de fumar en el proceso a los
golpistas –según algunos analistas, para poder cercenar cualquier posible
apelación a la violación de derechos cuando tenga lugar el más que previsible
recurso de los golpistas en la instancia europea-, y como estos no muestran
propósito de la enmienda, se producen situaciones como la que ha tenido lugar
esta semana en la sesión de apertura de las Cortes tras las elecciones.
Teniendo
en cuenta que Sin vocales ha puesto a
una raposa a cuidar el recinto de las gallináceas, no es de extrañar que los
golpistas que han resultado elegidos para la cámara baja –lo verdaderamente
pavoroso no es que haya golpistas electos, sino que haya gente suficiente como
para que ocupen un escaño- hayan podido hacer casi lo que les ha dado la gana
en su relación con el parlamento. Tampoco es de extrañar que la citada raposa
haya intentado retrasar todo lo posible –el Domingo que viene hay elecciones
regionales, locales y europeas, no conviene olvidarlo- la suspensión de los
golpistas, o incluso que intente ganar tiempo devolviendo la pelota de la suspensión al tejado del Supremo.
Pero,
como decía ayer, el presidente del tribunal que juzga a los golpistas no está
dispuesto a tolerar la más mínima de las bromitas, y ha indicado a la tercera autoridad del Estado (¡qué país!) que es el Congreso el que debe suspender a
los diputados golpistas.
Y
mientras, en ambos bandos –el de los constitucionalistas y el de los
anticonstitucionalistas- siguen moviendo piezas: mientras el PP se plantea
llevar a los tribunales a la raposa si no suspende de forma inmediata a los
golpistas, corre el rumor de que éstos enviarán, en la ronda de contactos que
Su Majestad el Rey ha de mantener con carácter previo a la designación de un
candidato a la presidencia del Gobierno de España, a dos de los golpistas
presos y encausados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario