De
Sin vocales se han dicho muchas
cosas, y casi ninguna buena: que si es un mentiroso, que si no tiene
escrúpulos, que si es frío como un témpano, que si carece de principios, que si
es ambicioso… Todas ellas, sin embargo, se resumen en una sola: está dispuesto
a hacer lo que sea para mantenerse en el poder.
Por
ello, cuando uno lee la noticia de que los ierreceos
le han pedido (supongo que exigido es
un verbo más acorde con las circunstancias del exigido y la personalidad de los
exigente) que se reúna en la cárcel con el blefaróptico con sobrepeso, lo que se plantea no
es si su persona accederá a la
entrevista, sino cuándo lo hará. O si irá él personalmente, o enviará a Keliseta.
Y
si no, al tiempo.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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