jueves, 23 de mayo de 2019

Proceso al proceso (20)

El juicio a los golpistas catalanes está dejando palmariamente claro, entre otras cosas, la soberbia que empapa todas sus actuaciones. La duda que queda es si dicha soberbia se debe a un injustificado complejo de superioridad o al hecho que lustros y lustros de transgresiones impunes les han persuadido de que podrían continuar semejante línea de conducta indefinidamente.
De lo que no parecen darse cuenta, aparentemente, es que ahora no se están jugando los cuartos con la clase política española (tan criticable en muchos aspectos además de en el trato condescendiente que han dado a los regionalismos delinquidores), sino con la judicial; en concreto con un tribunal presidido por un magistrado que, según todos los indicios, está decidido a no dejar pasar ni una bromita.
Solo desde esa soberbia puede entenderse la desfachatez con el que una miembro de los Click Unidos de Paletonia, quizá pretendiendo hacer un chiste, declare que con su peso contribuyera a chafar el capó del coche de la Guardia Civil. Básicamente, porque eso contradice el entramado que han intentado levantar y defender, vez tras vez, de que el golpe de Estado fue todo pacifismo, sonrisas y buen rollo.
Y malversaciones a mansalva (del dinero de todos, Pixidixit: el dinero público no es de nadie, sino de todos), como han puesto de manifiesto las peritos de Hacienda en su comparecencia.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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