sábado, 6 de julio de 2019

Escribamos con propiedad

En general, los términos empleados por la profesión periodística española dejan mucho que desear en cuanto a su precisión. Veamos algunos ejemplos.
La prensa amarilla suele decir que Fulanito (o Menganita) está soltero de nuevo. Pero ni Fulano ni Mengana han pasado nunca por la vicaría, ni por el juzgado, ni siquiera por la notaría, con lo cual nunca han dejado de estar solteros (que, según la RAE, significa en su primera acepción que no está casado, y sólo en la segunda –y poco usada… ¡qué escasos de conocimiento de la vida real andan los académicos!- suelto o libre). En resumen, lo que deberían decir es que el interfecto o la interfecta está sin pareja o, como suele decirse, de nuevo en el mercado.
También suele decirse que tal o cual reunión es secreta. Pero, de nuevo según el diccionario de la RAE, secreto es cosa que cuidadosamente se tiene reservada y oculta. Y puesto que la noticia aparece en los medios de comunicación (en grandes titulares, si son escritos), habrán puesto mucho cuidado, pero la cosa ni es reservada ni menos aún ha quedado oculta. Deberían decir que se han reunido en privado, o que no ha trascendido el contenido de la reunión (de momento).
Y si encima ya sabemos de qué han hablado, apaga y vámonos. ¿Cómo pueden decir que dctr Snchz se ha reunido en secreto con Casado en Moncloa para pedirle su abstención (en la votación de investidura) si sabemos dónde, cuándo, quiénes y para qué?
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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