lunes, 13 de noviembre de 2017

Locos como cabras

Que en los partidos políticos haya diversidad de opiniones es, aunque infrecuente en España, algo deseable, incluso bueno. Otra cosa es que, por el consabido miedo a no salir en la foto, aquí no se mueva ni el tato.
En esto, al menos, los neocom sí que son diferentes de lo que ellos llamaban la casta. Y no es que tengan disparidad de opiniones, es que resultan directamente esquizoides.
Porque sólo de esa manera cabe calificar (bueno, probablemente podría calificarse de muchas otras maneras, pero concededme la restricción a efectos de redacción) el hecho de que, mientras doña Rojelia decía que la aplicación del artículo 155 era absolutamente inevitable (eso sí, después y antes de no criticar el golpe de Estado en Cataluña), una de sus concejales reconocía la sedicente nueva república catalana.
Por menos de esto enviaban a la gente al frenopático.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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