domingo, 5 de julio de 2020

Coronavirus (117)

Hoy empieza una serie de tres entradas consecutivas (de momento no tengo más sobre la pandemia, así que quizá sean las últimas de la serie en una temporada… aunque algo se me ocurrirá) dedicadas a esa eminencia que el desgobierno socialcomunista eligió como portavoz científico ante la pandemia.
Con Fernando Simón me surge la misma duda que con todos los progres: no sé qué rasgo es más preponderante en él, si la estulticia o la malicia. Es decir, ¿es una marioneta, un muñeco del pim pam pum puesto ahí por el consejo de ninistros para llevarse los palos, o es alguien convencido de lo que dice? Si es lo primero, es grave; si es lo segundo, raya en lo criminal el no decirle a las claras a un hijo suyo que no fuera al aquelarre feminazi del ocho de Marzo.
Eso sí, sea tonto o malo, no renuncia a decir las mismas soplapolladas que los demás progres, siempre con un tono campanudo y perfectamente serio, como si todos aquellos a los que se dirige fuéramos tontos del culo. Y es que ahora distingue entre mascarillas egoístas y altruistas, según busquen, respectivamente, que su portador no se contagie (las FFP2) o no contagiar a los demás (las quirúrgicas)... aunque, dicho por un médico que conozco, según cómo te coloques estas últimas -del derecho o del revés- producen un efecto u otro, con lo que, según los casos, serían egoístas o altruistas.
Por ello, y por mucho más…
¡¡¡EL GOBIERNO ES RESPONSABLE!!!

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