miércoles, 8 de julio de 2020

Proceso al proceso (43)

Como ya he dicho unas cuantas veces, lo único que une a los enemigos de la unidad de España (sí, lo sé, muchas palabras seguidas que empiezan con una u y una ene; es deliberado) es, precisamente, España. Si ésta desaparece -aunque sea de la ecuación-, se destrozan entre ellos.
Ocurrió con el Frente Popular durante la Guerra Civil: alcanzado el poder tras el pucherazo de las elecciones de 1.936, y enfrentados a la supervivencia del régimen cuyo poder detentaban, perdían casi más tiempo despellejándose entre ellos que enfrentándose al enemigo común.
Lo mismo ocurre en la Cataluña actual: ierreceos y post-post-post-convergentes se detestan entre sí, pero cuando se trata de hacer la puñeta a España aparcan sus diferencias. Diferencias que no tardan demasiado en aparecer, como en el momento actual, en el que hay hasta nueve siglas en discordia, a saber: Partido Demócrata Europeo Catalán (antigua Convergencia Democrática de Cataluña), Partido Nacionalista Catalán, Juntos por Cataluña, Grito Nacional por la República, Libres, Unidos para avanzar (antigua Unión Democrática de Cataluña), Liga Democrática, Convergentes y Fuerza Cataluña.
Y esos son sólo los partidos post-CyU. Quedan los ierreceos, los Clicks Unidos de Playmobil, los neocom, la Bruja Piruja… Eso no es un panorama político: es una sopa de letras…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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