Los
golpistas catalanes viven en su propio mundo de fantasía, donde lo único que
importa son las apariencias.
Celebraron
un referéndum de independencia ilegal en el que no votó casi nadie y que no
sirvió para nada. No contentos con ello, volvieron a hacerlo otra vez.
Emitieron una declaración de independencia cuya aplicación dejaron
inmediatamente en suspenso. Han emitido un documento de identidad que no sirve
para nada, salvo para ocupar sitio en la cartera o, quizá, abrir una puerta con
pestillo que haya quedado atascada.
Pues
ahora han dado un paso más: el consejo de gobierno regional catalán ha
presentado a sus vigilantes de la playa, los mozos del mar. Todo muy
cuqui, salvo por el pequeño detalle de que no tienen ni medios ni competencias.
Al
menos, este verano no tendrán mucho trabajo. Vamos, digo yo.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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