Vamos
a asumir que Fernando Simón es una eminencia en lo suyo… sea lo suyo lo que quiera
que sea. Pero en otros aspectos, es una perfecta nulidad. O eso, o es un sujeto
tan miserable, despreciable, repugnante y sin escrúpulos como aquellos a los
que sirve de muñeco de pimpampum.
Porque,
vamos a ver: después de casi treinta mil muertos -según las cifras oficiales-,
o más de cuarenta mil -según otras estimaciones-, ¿cómo puede tener el cuajo
-por no decir los santos cojones- de salir y decir que él no es quién para hacer pública la cifra de fallecidos en las residencias de ancianos? Porque si
esperamos a que lo haga el responsable único y último del tema, vamos aviados…
Por
ello, y por mucho más…
¡¡¡EL
GOBIERNO ES RESPONSABLE!!!
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