Al igual que ocurre con los golpistas catalanes, las dos corrientes del desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer se odian a muerte, y se despellejarían vivos de no necesitarse mutuamente para seguir detentando el poder.
Parte de la culpa la tienen los neocom,
que no parecen haber procesado todavía que ahora son parte del gobierno, no de
la oposición. Y si cualquier tema puede, a su juicio, producirles un rédito
electoral, no dudan en lanzarse a él de cabeza, aunque sea criticando a compañeros
suciolistos.
Tomemos el caso de los menores
marroquíes que invadieron España la primavera pasada, al cruzar la frontera de
Ceuta. El ninistro Pekeño los ha ido devolviendo… y Juanita Petarda
ha cargado contra el ninisterio de Interior por esa devolución grupal,
diciendo que lleva meses ofreciendo ayuda sin respuesta y pidiendo
un protocolo sobre cada niño inmigrante.
Claro, como no hay nada mejor que hacer…
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