domingo, 26 de septiembre de 2021

Pandilla de luminarias

Hay un refrán, creo, que viene a decir dime de qué me acusas y te diré de qué adoleces. Es una especie de trasunto ramplón de ver la paja en el ojo ajeno y no ver la viga en el propio.

Todo esto se resume en que resulta bastante frecuente acusar a los demás de los defectos propios. Si eres español, político y de izquierdas, ya no es frecuencia, es continuidad. Así, ante la continua subida del recibo de la luz, el desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer pide empatía a las compañías eléctricas.

Lo más curioso es que, por un lado, tres cuartas partes de esas compañías ofrecen el kilovatio a coste cero (probablemente esto tiene truco, porque me han explicado el modo de calcular el precio de la electricidad desde el punto de vista de los proveedores y, aunque no lo he entendido del todo, sí he pillado que la cosa tiene su intríngulis); y por otro -aquí no hay truco ninguno- el gobierno se mete en el bolsillo entre seis y siete de cada diez euros de la factura que pagamos.

Que pagamos todos.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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