domingo, 31 de marzo de 2024

Proceso al proceso (597)

A lo largo de los últimos cuarenta años, hay un montón de cosas que los regionalistas catalanes han querido conseguir. Bastantes de ellas las han ido obteniendo poco a poco, rascando concesiones de gobiernos centrales con insuficientes apoyos parlamentarios y menos escrúpulos morales.

De hecho, si los llamados partidos nacionales tuvieran un verdadero sentido de Estado, se habrían puesto de acuerdo para no depender de formaciones marginales (y digo esto tanto en el sentido geográfico como en lo relativo al espectro político). Pero esa es otra historia, que trataré en una reflexión atemporal dentro de algunas semanas.

A lo que iba. Todo lo que los secesionistas catalanes no habían conseguido todavía están ahora en disposición de lograrlo. Porque detenta la presidencia del desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer un psicópata con menos apoyos parlamentarios que nadie, y ayuno completamente de cualquier tipo de cortapisa moral y ética. Por eso, que el gobierno se abra ahora a conceder singularidades fiscales a Cataluña no debería ser una sorpresa para nadie.

Esperemos, eso sí, que esto no acabe como acaban las singularidades en física: engulléndolo todo…

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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