viernes, 15 de marzo de 2024

Silencio estentóreo

Dice el Evangelio de San Mateo (capítulo séptimo, versículo decimosexto) que por sus frutos los conoceréis. Es decir, no hay que atender a lo que dice una persona, sino a lo que hace o deja de hacer.

Y es que todo aquel que entra al servicio público, sea el último mono del ayuntamiento más recóndito, o el presidente del gobierno, jura (cada vez menos) o promete por su conciencia y honor cumplir fielmente las obligaciones del puesto, con lealtad al Rey, y guardar y hacer guardar la Constitución como norma fundamental del Estado.

Vamos a dejar aparte el hecho de si algunos de los que están en política tienen conciencia, por no hablar del honor, y a fijarnos exclusivamente en lo que hacen. Y cuando la franquicia con barretina de los de la mano y el capullo se unieron a los secesionistas en su negativa a guardar un minuto de silencio por los guardias civiles asesinados en Barbate, quedaron retratados como lo que son.

Unos miserables hijos de mil padres.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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