Es
lo que pensé cuando leí el titular de que Jorge Sevilla, el que fuera profesor
de Economia de Rodríguez (dos tardes, no más) anunciaba que dejaba de ser comprador y lector de El País. Según
él, por su sectarismo anti Pedro Sánchez.
Por
lo visto, que mienta y falsee (todos los diarios españoles lo hacen en mayor o
menor medida, supongo, pero estamos hablando de éste), o que como brazo escrito
de Jesús Polanco (que en paz no descanse) haya contribuido al (triste,
deplorable, deprimente, asqueroso) estado actual de cosas en España, no tiene
importancia ninguna. No, lo importante es que, como se mete con el ascua al
cual Sevilla ha arrimado su sardina (supongo), ahora va y no les ajunta.
En
el antes diario independiente de la
mañana (¡ja!) y ahora periódico
global (toma nísperos) –auto epíteto del cual he tenido noticia hace un par
de días, y de casualidad- deben estar llorando de pena. O, por otra parte,
puede que sí (lo de antes del punto y seguido iba con ironía), porque las
finanzas de Prisa como grupo (las de su máximo dirigente es otro tema) van
cuesta abajo y embaladas.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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