Desde
mi (in) modesto punto de vista, el gran problema de la clase política española
(y, por ende, de España misma) es la inexistencia de lo que suele llamarse un proyecto de país, al menos a nivel
nacional (aunque, si me paro a pensarlo, el mismo defecto surge en el ámbito
autonómico y local).
El
único proyecto que parece tener el Partido Popular es el mantenerse en el poder
mientras va trampeando aquí y allá, con la Justicia y con Europa. Sólo así se
explica que no haya agarrado ya por los dídimos a los secesionistas catalanes
(cerrándoles el grifo) o que, a decir de algunos, haya concedido tantos
altavoces mediáticos a los neocom. Es
como, en ambos casos, plantear la cuestión de si no gobierno yo…, seguida en el primer caso de …los que vengan están de acuerdo con ésos,
y en el segundo de …gobiernan esos y
acabaremos como en Venezuela.
En
la oposición, las cosas no están mejor: el único proyecto de los socialistas
(al menos, de los que mandan ahora) es quitar al PP para ponerse ellos. Como
muestra, el que sin vocales haya
instado a neocom y naranjitos a empezar a desmantelar el gobierno del PP.
Menos
mal que morados y naranjas son como el agua y el aceite, y que Pdr Snchz es tonto de capirote, que de
lo contrario aviados íbamos.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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