jueves, 8 de agosto de 2019

Bien está lo que bien acaba

En dos regiones españolas, las negociaciones de lo que la izmierda llama el trifachito se han alargado más de lo que sería normal: una de ellas es Murcia, y la otra es Madrid.
En ambos casos, lo que ha ocurrido es lo mismo: el partido pomelo no quiere reunirse con Vox, y éstos plantean una serie de condiciones (básicamente, en relación con la sectaria y semánticamente incorrecta ideología de género) que, finalmente, acaban rebajando. Eso es lo que ha ocurrido en Murcia y lo que, Dios mediante, ocurrirá la próxima semana en Madrid.
Los foros derechistas de internet más montaraces han criticado lo que para ellos es una claudicación de los voxeros (iba a poner el partido de Abascal, para luego sustituirlo por Ortega Lara, pero he preferido no personalizar) al apoyar los gobiernos de centroderecha y al tiempo renunciar a la derogación de las normas feminazis o heterófobas. Según estos foros, más vale honra sin barcos que barcos sin honra.
Lo malo es que, si nos quedamos sin barcos, llegan los filibusteros (los socialcomunistas) y arramblan con todo. Así que, por una vez (o dos)…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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