viernes, 16 de agosto de 2019

Vae victis

Los progres y los maricomplejines suelen decir que el Estado de Derecho derrotó a ETA. Los que creemos tener las cosas más claras pensamos justamente lo contrario: que es la banda de asesinos de ultraizquierda, racistas y miserables, cobardes y desalmados, la que finalmente alcanzó el triunfo.
Y esto es así porque desde 2.004 no ha habido en España un presidente del Gobierno ni un ministro del Interior dignos de tal nombre, al menos en lo que se refiere al terrorismo vasco. Por miseria moral unos, por cobardía otros, el caso es que si los del hacha y la serpiente han dejado de matar es, sencillamente, porque ya no les hace falta. Ya tienen lo que querían. Han alcanzado el poder. Están en las instituciones.
Y todo ello, sin entregar las armas. Sin pedir perdón. Sin esclarecer los asesinatos miserables en los que participaron. Sin abdicar de sus objetivos. Sin reprobar la violencia. Homenajeando a los que, por un sistema penal buenista que busca rehabilitar al delincuente, cuando hay delincuentes que no son reabilitables, van saliendo de la cárcel, cuando lo que deberían hacer es envejecer y morir allí. Porque, a partir de cierto número, matar, violar… en España resulta muy barato. Demasiado.
Por eso, un miserable dice que hay doscientos cincuenta presos y habrá doscientos cincuenta recibimientos, y aquí no pasa nada. Porque ellos ganaron.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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