viernes, 23 de agosto de 2019

Relatos del piloto Pirx

En Febrero del año pasado me compré tres libros de Stanislaw Lem, a pesar de que los dos suyos que ya había leído –Solaris y Fiasco- resultaron un poco más densos, un poco más filosóficos, podríamos decir, de aquello a lo que estoy acostumbrado. Uno lo le hace ascos a un filet mignon, pero disfruta de verdad tomando una grasienta hamburguesa, aunque no sea demasiado sana.
La compra la hice confiando en que los comentarios que había leído, que decían que las obras que pensaba adquirir eran más ligeras que las mencionadas, fueran veraces. Y lo han sido, por lo menos en este primer volumen.
Las cinco historias que comprende este volumen me han recordado poderosamente el estilo de los relatos de Asimov. Con un personaje común en todos ellos –naturalmente, el piloto Pirx que da nombre al volumen-, Lem va mostrando la evolución vital del personaje –por más que, por lo visto, el autor afirmara que la obra no tenía esta intención-, un tipo de lo más normal que se ve metido, de hoz y coz, en las situaciones más anormales.
Algo que hay que agradecer es que, en general, Lem introduzca notas de humor entre las toneladas de sentido común que llenan sus páginas, aunque a veces ese humor, como en el caso de la quinta y última historia del volumen, no aparezca hasta, literalmente, la última frase.
Veremos qué depara la segunda parte…

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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