lunes, 5 de agosto de 2019

Veremos

Al final –ha pasado tiempo, así que no estoy revelando ningún arcano-, la investidura en primer intento de Sin vocales no salió adelante. Unos dicen que eran dos gallos luchando por el mismo corral; otros, que todo ha sido un paripé de cara al otoño. Si esto último fuera verdad, ambos líderes han equivocado su profesión: como gestores son nefastos, pero como actores serían la pera.
La víspera de la segunda votación (considero que ambas votaciones fueron ese primer intento que menciono en el párrafo anterior), Pdr Snchz trasladó a Junior su última palabra (todo lo última que pueda ser cuando nos referimos a un individuo que hace que una peonza girando parezca un prodigio de inamovilidad): no tendría competencias en ministerios clave.
Esta última palabra fue filtrada por los neocom, mientras que los de la mano y el capullo filtraban, a su vez, las peticiones de los morados: una vicepresidencia –que ocuparía la calientacamas: nunca el principio de Peter llegó tan alto- y cinco ministerios, entre ellos los de justicia fiscal y bienestar animal.
Un inciso. Uno no sabe si estos revolucionarios de opereta son así de estúpidos o sólo lo fingen. Si ya es bastante idiota crear un ministerio de transición ecológica, los dos nombrecitos propuestos por el equipo del Chepas son de traca. Continuamos.
Rotas aparentemente las negociaciones y declarada aparentemente la guerra abierta, ambas formaciones abrieron la batalla por el relato. Una batalla que se resume en cinco palabras: la culpa es del otro. La vicepresidenta bocachancla justificó la negativa socialista diciendo que los neocom les habían pedido literalmente el Gobierno. Que, en realidad, deberían básicamente a los de extrema izquierda, igual que en Navarra (de eso hablaremos dentro de algunos días) le deben el gobierno a los etarras, por mucho que lo disfracen, lo maticen y hasta lo nieguen.
Eso sí, las reacciones posteriores fueron dispares: mientras el candidato a la investidura se abría a presentarse en Septiembre pero con otras posibilidades (que, la verdad, no alcanzo a imaginar: si los comunistas -42 escaños- se abstienen y el trifachito -165 escaños- vota en contra, asumiendo que todos los restantes votaran a favor del candidato propuesto por Su Majestad el Rey, sólo serían ciento cuarenta y tres escaños, a más de veinte de la mayoría relativa), los neocom suplicaron negociar en Agosto, ante el pavor de nuevas elecciones (cada vez que las hay, sus sufragios caen por más formaciones que vayan absorbiendo; más que un círculo morado, parecen un agujero negro). En palabras de la aspirante a la vicepresidencia, que ve cómo la gabela se le escapaba, No hay por qué esperar a septiembre. No hay vacaciones que valgan.
A ver quién se arrastra más, en este mes de calores…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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