lunes, 25 de noviembre de 2019

Bye bye, Evo

Tengo que reconocer que la dimisión de Evo Morales me pilló completamente de sorpresa. No sólo es que no me la esperara –los autócratas populistas de izquierdas rara vez renuncian al poder que detentan- sino que, además, llegué a la noticia de rebote, al leer otra en la que se comentaba que sus conmilitones –entre los que se encuentran Ortega, Castro, Maduro y Kichner- se hallaban preocupados por la renuncia del antiguo cocalero.
Los marxistas abominan de la democracia. Son ellos, y no el pueblo al que dicen servir, los que mejor saben qué es bueno para ellos: y esto es así, de Vistalegre a Pekín. Sin embargo, salvo excepciones, harán el paripé de observar las formas y procedimientos democráticos –de La Habana a Vistalegre-, aunque manejando (y, cuando sea necesario, incluso forzando) los resortes para que el resultado sea el que ellos quieren que sea (las tan famosas mayorías a la búlgara… aunque últimamente habría que decir a la ecuatoguineana).
Para terminar, siempre me ha llamado la atención el que un individuo que se proclamaba indígena por sangre, por convicciones y por extracción, tuviera un nombre tan poco amerindio como Evo. ¿Se llamaría acaso Adana la madre de sus hijos?
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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