martes, 12 de noviembre de 2019

El sentido de mi voto

Estando como estoy empadronado en Madrid, en las últimas elecciones generales tenía seis posibles opciones (vamos a llamarlas realistas) entre las que elegir: de izquierda a derecha, Podemos, Más País, PSOE, Ciudadanos, PP y Vox. De esas, hay tres a las que nunca votaría, dos a las que quizá podría haber votado en otras circunstancias y una a la que finalmente voté (aunque lo de finalmente es una manera de hablar, puesto que tenía decidido mi voto desde el principio).
Paso a explicar las razones en relación con cada formación:
  • Los neocom, es decir, Junior y su escisión, el becario ubicuo: no llegaré a los niveles del general Sheridan diciendo que el único comunista bueno es el comunista muerto, pero sí diré que creo que, de haber algún comunista bueno, es el que no cata poder. Y como de la maldad de estos dos estoy bien seguro, votarles quedaba descartado.
  • El PSOE: nunca ha pasado por mi cabeza la idea de votar a candidato alguno del partido de la mano y el capullo. Pero con el cortoplacista que los comanda ahora, menos que nunca. Sería capaz de, según está firmando un acuerdo, tirarlo a la basura si otro le ofreciera algo mejor.
  • Ciudadanos: al igual que en su día UPyD, por mi mente pasó en alguna ocasión, brevemente, la posibilidad de votar al partido pomelo. Pero teniendo en cuenta que es un partido bisagra, aunque por una temporada se haya creído algo más, mejor votar a alguno de los partidos grandes que al que acabará apoyando al ganador.
  • Vox: probablemente, lo más cercano a lo que pienso que el PP debería ser… lo cual no quiere decir que sea exactamente lo que pienso que el PP debería ser. Desde mi punto de vista, Vox juega en la derecha el mismo papel que los neocom en la izquierda: evitar que el partido con opciones reales de gobierno (PP en la derecha, PSOE en la izquierda) se centre demasiado. Una especie de Pepito Grillo ideológico, vamos.
  • PP: por convencimiento y por descarte, la opción que elegí. Aun sabiendo que el PSOE ganaría casi seguro las elecciones (como así ha sido finalmente), la teoría del voto útil era otra razón para votarles.
Mañana, mi análisis sobre lo que puede pasar… aunque puede que ya esté pasando.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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