miércoles, 13 de noviembre de 2019

Qué será, será

¿Qué puede pasar tras las últimas elecciones generales? Bueno, la cosa parece estar relativamente clara a tenor de lo ocurrido ayer, pero sobre eso entraré más tarde.
En un país medianamente normal (España no lo es), dada la fragmentación del, como suele decirse, arco parlamentario (lo cual me lleva a preguntarme si en el Reino Unido, habida cuenta de que la cámara de los comunes tiene forma longitudinal y no semicircular), lo natural sería que los dos partidos mayoritarios formaran un Gobierno que podríamos llamar de unidad nacional, o en términos germánicos, gran coalición. Pero, como he dicho, España no es un país normal, y de este PSOE te puedes fiar menos aún que de costumbre; de su jefe de filas lo único en que puedes confiar es en que faltará a su palabra más pronto que tarde.
Descontado lo que va a producirse, ya no quedarían opciones viables: un tripartito C’s-PP-Vox sumaría ciento cincuenta diputados, cinco menos que la entente socialcomunista; haría falta, por tanto, que los grupos regionales potentes (básicamente, catalanes y vascos) se abstuvieran… cosa que no va a ocurrir, porque si quieren algo menos todavía que un Gobierno de izquierdas en Madrid, es uno de derechas.
Así las cosas, parece que lo del chepas y Sin vocales va para adelante… pero, la verdad, yo todavía no desespero. Hace medio años las cosas también parecían muy claras, y se torcieron. Y toda esta patulea de rojos y golpistas odian a España, sí, pero también se odian entre ellos: socialistas y comunistas, comomochos e ierreceos, vascos a todos los demás (por aquello de la raza superior)… Vamos, que no cabe descartar que todo salte (otra vez) por los aires.
Eso sí, si sale adelante, es la ruina para España y los españoles: su propuesta de pensiones (aunque ya sabemos lo que valen las promesas electorales) quitará ochocientos treinta euros a cada trabajador; si la medida no se paga subiendo cotizaciones, se financia vía deuda... lo que aumentaría el déficit un cuarenta y ocho por ciento.
Suponiendo que haya lectoras en este blog que hayan votado a alguna de esas dos opciones, ya lo sabéis: habéis votado a quienes se oponen a la prisión permanente revisable para asesinos y violadores.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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