viernes, 8 de noviembre de 2019

Un dia para la infamia

El pasado veinticuatro de Octubre, a primera hora de la mañana, se produjo la profanación de la tumba de Francisco Franco Bahamonde. Aunque el gobierno de Sin vocales dijo que lo haría con discreción y de tapadillo, mintió (lo que no debería sorprender: al fin y al cabo, estamos hablando del PSOE), y lo hizo en medio de un despliegue televisivo sin precedentes.
Además, se coartó la libertad de los familiares, al someterles a registros y prohibirles cubrir el féretro con la bandera que llevaban (esa que los ignorantes denominan preconstitucional, anticonstitucional o inconstitucional). A cambio, se la metieron doblada, porque lo que cubrió el féretro, a lo que parece, fue el guión de Francisco Franco Bahamonde como Jefe del Estado de España.
Si algo bueno ha tenido el traslado de los restos mortales del Generalísimo de un lugar en el que, admitámoslo, no tenían derecho a estar (el Caudillo no cayó en la Guerra Civil, y bien que eso fastidia a los retroprogres y antifranquistas sobrevenidos), es que han retratado, otra vez, a la mayoría de los españoles.
Dejando aparte al Gobierno, que esos ya sabemos de qué ralea son, y como dijo el nieto mayor del fallecido, el PP y la Iglesia tenían que retratarse y el retrato no ha sido bueno. Especialmente la Iglesia, que desde un punto de vista quizá parcial, debería estar más agradecida al finado: durante la República y la Guerra Civil, a los católicos, laicos o religiosos, se les asesinó por el mero hecho de serlo. Si siguen existiendo en España, quizá sea gracias a Franco.
Y mientras Vox decidió proponer en todas las asambleas legislativas regionales derogar las llamadas leyes de memoria histórica (sectarias como pocas), el inductor de la profanación, en un ejercicio de propaganda sectaria, se fue a llevar flores al lugar en el que fusilaron a las llamadas trece rosas, que fueron de todo menos los angelitos que la patulea rojiprogre quiere presentarnos.
Y como en España hay libertad de expresión, pero menos, a un tal Antonio Montero le lincharon (mediáticamente, se entiende) en Sálvame (programa de sesudo análisis político donde los haya… es coña, para los desinformados) por decir que Franco preparó la democracia.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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