jueves, 14 de noviembre de 2019

Error de base

Tras las últimas elecciones generales, y el pacto que resucita, o casi, el Frente Popular de infausto recuerdo, se han producido una serie de reacciones que pecan, bien de excesivo voluntarismo, bien de una fe y una candidez casi angelicales.
Las primeras fueron Cayetana Álvarez de Toledo e Inés Arrimadas, que propusieron al PSOE un acuerdo constitucionalista para frenar el pacto con Podemos. Sería una medida muy lógica… si el PSOE fuera un partido constitucionalista. Está por ver que lo haya sido alguna vez (nació parlamentariamente diciendo que cuando seguir la Ley no les conviniera, se la saltarían; continuó montando una revolución primero, un pucherazo después, y una guerra civil finalmente, cuando los resultados electorales no les convinieron; prosiguieron matando a Montesquieum montando el terrorismo de Estado y tantas otras cosas…), pero desde luego no lo es desde el cambio de siglo y la llegada a su cúspide del infausto Rodríguez.
Y luego está Rosa Díez, que ha apelado a los socialistas decentes que queden dentro del PSOE. A esto vengo a decir más o menos lo mismo que en el párrafo anterior: un socialista decente es un oxímoron, puesto que no existe tal cosa, y desde luego no dentro del PSOE actual.
Lo que piden estas tres mujeres es, pues, un imposible metafísico.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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