A la izquierda en general, y al PSOE en particular, se le llena la boca calificando al PP como el partido más corrupto de Europa. Harían bien en cerrar la boca.
No sólo porque el PSOE tiene una
historia más larga de casos de corrupción. No sólo porque el monto de los fondos
implicados en uno solo de esos casos -el de los EREs falsos- supera, de largo,
al de todos los casos del PP reunidos. No sólo porque el PSOE tiene a dos antiguos
presidentes del partido -¡del partido!- condenados.
Sino porque, mientras que los
casos en los que se encuentra el PP arrancaron mucho tiempo atrás, en lo que
respecta al PSOE no dejan de aparecer casos que, si bien pueden ser antiguos,
es ahora cuando se comienzan a investigar, como es el de la empresa Acuamed, en
el que se puede haber producido la financiación ilegal de los de la mano y el
capullo.
Eso que tanto gustan de afear a los demás. Para ser un partido que, como dijo Arfonzo, puede meter la pata, pero no la mano, han demostrado un notable talento para rapiñar los fondos públicos. Esos que son de todos.
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