lunes, 17 de mayo de 2021

Proceso al proceso (169)

Francamente, no sé en qué clase de mundo viven los miembros del desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer. Claro, que también es posible que ellos sean excepcionalmente perspicaces -y, desde luego, tienen acceso a un caudal de datos mucho mayor de aquel al que tengo acceso yo- y yo especialmente obtuso (nah, no lo creo).

Porque cuando uno lee (uno es yo, así que cuando yo leo) que el gobierno ve elecciones en Cataluña y confía en la subida del PSC y la desmovilización independentista, empieza a cuestionarse (es un modo de hablar: estoy seguro de que no) si los que están al timón de la nave del Estado están en sus cabales. Porque pensar que la franquicia catalana de los de la mano y el capullo pueda mejorar sus resultados -unos resultados excepcionales, desde mi punto de vista, y más a pesar del candidato que gracias a él- raya en el delirio.

Lo de que los independentistas se desmovilicen -los que votan, al menos- sí que es más razonable, porque no paran de prometerles la tierra prometida de la independencia, y ésta no acaba de llegar. El pueblo de Israel aguantó cuarenta años en el desierto; éstos… éstos, no creo que sean tan pacientes.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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