Neocom (bueno, la izquierda
en general, pero de un modo tanto más extremo cuanto más extrema es) y necionanistas comparten, amén del
desprecio por la legalidad cuando ésta no les es favorable o no es proclive a
sus intereses, el odio por España, lo español y los españoles: llámese cutre pachanga fachosa, bandera vomitiva o la religión católica.
Fuera
del parlamento, esta comunión de aversiones se manifiesta, por ejemplo, en la comprensión que unos y otros (de Pérez a
Iglesias, pasando por todos los demás) han mostrado siempre por los asesinos
terroristas de ultraizquierda. Dentro del Parlamento se ha manifestado
recientemente, cuando el grupo neocom
en la cámara baja respaldó el boicot de los separatistas al primer pleno sin Paco Jones, condenado a inhabilitación
por su participación en el butifarrendum.
Todo
se debió a que la presidencia de la cámara, ejercida por la presidente, negó la
palabra a un diputado necionanista catalán
que pretendía protestar por la expulsión
del señor Homs por esta cámara. Inexacto, o uso de la preposición
equivocada, puesto que el expulsado lo fue de
la cámara, y no por ella. Mientras, Junior afirmaba que creía que esa expulsión no era sensata.
Pues
no, Pablito: lo insensato habría sido que se mantuviera como diputado cuando ha
sido inhabilitado para ello.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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