Los
totalitarismos tienden a creer que perdurarán siempre: recordemos el famoso Reich de los mil años que no duró ni
década y media. La extrema izquierda es, por esencia, totalitaria, ergo también
tiende a pensar que una vez alcanzado el poder, se mantendrá siempre. De hecho,
incluso la izquierda teóricamente moderada propende a considerar que se
mantendrá en el poder indefinidamente (y propende igualmente a intentar
asegurar esa permanencia por cualquier medio a su alcance): Felipe González,
siendo presidente del Gobierno de España, hacía planes a treinta o más años
vista.
En
el ayuntamiento de Madrid gobiernan los neocom.
No ganaron las elecciones, pero un PSOE dirigido por un sectario acomplejado
les apoyó para que colocaran su tafanario en la poltrona. Ahora que se han
encaramado al poder, parecen creer que se mantendrán en él: sólo así se explica
que, siendo las próximas elecciones municipales en 2.019 –y las siguientes en
2.023-, doña Rojelia haya decidido que
los coches más contaminantes no podrán aparcar en Madrid a partir de 2.020, y
que se prohibirá la circulación de los coches antiguos en el centro en 2.025.
Cuando
todavía no está claro siquiera que vaya a llegar a los próximos comicios…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario