Uno
ya no sabe si se trata de inasequibilidad al desaliento o de pura y simple
huída hacia delante, pero el hecho es que los secesionistas catalanes no para
de recibir bofetadas desde fuera y desde dentro y, a pesar de ello, niegan la
evidencia y perseveran en su empeño.
Tomemos
como ejemplo la última (de momento) gira que Cocomocho ha hecho por Estados Unidos. Se dirigió a la Fundación
Carter (otro que tal baila) para plantear el asunto catalán, y la organización del antiguo cultivador de
cacahuetes, en un sorprendente alarde de sentido común, contestó que no se involucraría en el referéndum secesionista.
Luego
fue el propio gobierno del país el que habló, ya que la embajada estadounidense
en España emitió un comunicado diciendo que Cataluña es un asunto interno de España, y que defienden una España fuerte y unida. Según los catalufos, la
nota se habría escrito a petición del
Gobierno español a causa del éxito de los contactos recientes con
representantes de los Estados Unidos, y afirman que el caso catalán forma parte de la agenda política y diplomática de los
Estados y, por lo tanto, no es ningún asunto interno. Es decir, que
defienden la tesis de que es bueno que hablen de ti, aunque sea mal (o para
darte calabazas).
Y
mientras, (ex) convergentes y republicanos de izquierdas se tiraban los trastos
a la cabeza, con los primeros acusando a los segundos de traicionar el proceso y hacerlo descarrilar. No, si lo mejor es
dejar que se destruyan ellos solos, que parece que se les da perfectamente.
Y luego sale Cocomocho pidiendo a los catalanes que demuestren al mundo quiénes son. Pues mira, casi mejor que no... desde el punto de vista de los catalanes, claro.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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