jueves, 27 de abril de 2017

Ridículo planetario

Uno ya no sabe si se trata de inasequibilidad al desaliento o de pura y simple huída hacia delante, pero el hecho es que los secesionistas catalanes no para de recibir bofetadas desde fuera y desde dentro y, a pesar de ello, niegan la evidencia y perseveran en su empeño.
Tomemos como ejemplo la última (de momento) gira que Cocomocho ha hecho por Estados Unidos. Se dirigió a la Fundación Carter (otro que tal baila) para plantear el asunto catalán, y la organización del antiguo cultivador de cacahuetes, en un sorprendente alarde de sentido común, contestó que no se involucraría en el referéndum secesionista.
Luego fue el propio gobierno del país el que habló, ya que la embajada estadounidense en España emitió un comunicado diciendo que Cataluña es un asunto interno de España, y que defienden una España fuerte y unida. Según los catalufos, la nota se habría escrito a petición del Gobierno español a causa del éxito de los contactos recientes con representantes de los Estados Unidos, y afirman que el caso catalán forma parte de la agenda política y diplomática de los Estados y, por lo tanto, no es ningún asunto interno. Es decir, que defienden la tesis de que es bueno que hablen de ti, aunque sea mal (o para darte calabazas).
Y mientras, (ex) convergentes y republicanos de izquierdas se tiraban los trastos a la cabeza, con los primeros acusando a los segundos de traicionar el proceso y hacerlo descarrilar. No, si lo mejor es dejar que se destruyan ellos solos, que parece que se les da perfectamente.
Y luego sale Cocomocho pidiendo a los catalanes que demuestren al mundo quiénes son. Pues mira, casi mejor que no... desde el punto de vista de los catalanes, claro.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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