martes, 18 de abril de 2017

Más afán de control

Si ayer hablábamos (me encanta esto del hablo en plural aunque sólo sea uno) de los neocom valencianos y su afán por controlar cómo se transmite la información que les afecta, hoy toca hablar de la bruja Piruja, esa actriz fracasada sin oficio ni beneficio que, no habiendo ganado las elecciones municipales, rige los destinos de la segunda ciudad más importante de España.
Este inefable personaje –porque las palabras se demuestran insuficientes a la hora de describirla- ha declarado su intención de crear una base informativa (así la denominan ellos) con datos económicos, sexuales e ideológicos de guardias urbanos, mozos y alumnos del Instituto de Seguridad Pública.
No deja de ser paradigmático que, siendo uno de los mantras de la izquierda el de la libertad de las personas para ser como quieran ser, se esfuercen tan denodadamente por controlar todos los aspectos de la vida de la gente. Quizá por ello, cuando la izquierda monta uno de sus paraísos, llámese Cuba o Corea del Norte, lo que intenta la gente es huir del mismo, no entrar en él.
Excepciones hechas de sinsorgos como Guillermo Toledo, claro. Pero esa es otra historia…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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