Lo
malo de algunas promesas electorales es que, como dijo la víbora con cataratas (Alfonso Guerra dixit), en general se hacen
para no cumplirlas. Y, en algunos casos, el cumplimiento no es que sea
deseable; es que resulta perentorio, prácticamente imprescindible.
Es
el caso del compromiso asumido por el líder de Ciudadanos, Alberto Rivera;
afirma que hará que el español sea lengua vehicular en todo el territorio
nacional, y al que no le guste, que se aguante.
Como
digo, no es que sea deseable dar cumplimiento efectivo a lo que dispone la
Constitución: es que es casi cuestión de supervivencia nacional. Porque aquellos a los que no les gusta, o bien están decididos a destrozar España, o bien les da lo mismo lo que ocurra mientras ellos tienen el riñón bien cubierto.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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