La
estulticia de los neocom a la hora de
hacer sus propuestas parece no tener límite. Cuando todavía eran una panda de perroflautas ocupando los espacios
públicos, sus sandeces podían disculparse con la excusa de que no habían
entrado en las instituciones y desconocían, por tanto, en qué consistía la
política real.
Sin
embargo, esa circunstancia ha cambiado. Ya han catado poder, ya saben cómo
funcionan las cosas. Pero ellos no han variado un ápice su demagogia, y
recurren a propuestas a cual más delirante, como la de hacer paritaria la Real
Academia Española de la Lengua.
Transcribo
las palabras del secretario de (des) organización –que parece ser el encargado
habitual de soltar tonterías-, porque no tienen desperdicio:
Queremos
que los organismos públicos y también los que reciben millones de euros de
dinero público consigan la paridad, y aquellos que no sean capaces de
conseguirlo en cuatro años, tendrán que dejar de recibir dinero público porque
España es un país feminista.
Si
España es un país tan feminista como
dice el argentino motorizado, sus propuestas no son necesarias, y lo que
propugnan acabará haciéndose realidad por su propio peso. Si lo que pretenden
(cosa más plausible, dados los antecedentes ideológicos de los neocom) es depurar elementos desafectos,
como por ejemplo Arturo Pérez-Reverte, que lo digan a las claras.
Porque
si vamos a echar a algún varón, que se vaya Cebrián, ya puestos.
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