Una
de las cosas más interesantes del juicio a los golpistas catalanes es que toda
su miseria moral está quedando al descubierto.
Primero,
porque entre ellos no han sido capaces de montar una defensa coherente y
coordinada. Segundo, porque los testigos, ante el temor de lo que les podría
caer encima, han tirado de la manta. Y tercero, porque esos testigos han
mentido tan rematadamente mal, cuando lo han hecho, que las declaraciones de
las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado –singularmente de la Benemérita-
les han dejado con el culo al aire.
Traduzco
al cristiano. Primero, los golpistas diciendo nosotros no sabemos nada, no íbamos en serio y no sabemos de dónde salió
el dinero para montar el butifarrendum II. Segundo, el jefe de la policía
regional diciendo yo tenía montado un
dispositivo para detenerlos a todos y lo habría hecho. Tercero, los agentes
de la Guardia Civil declaran que hubo seguimientos de la policía regional a la
Policía Nacional y la Guardia Civil en septiembre y octubre, y que se diseñaba
un servicio de espionaje y planes de defensa militar sobre la base de la
policía autonómica.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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