jueves, 7 de marzo de 2019

Que Dios nos coja confesados

Cuando leí el titular de que Sánchez usará las listas electorales para imponer un PSOE a su medida, lo primero que pensé es que ya se podían ir preparando todos aquellos que se hayan opuesto a Sin vocales, o de los que siquiera pueda sospechar que se le han opuesto. Va a hacer una purga que ríete tú de las de Stalin (sin sangre esta vez, espero).
También pensé que sin el Rodrigato dejó al partido de la mano y el capullo convertido en un erial intelectual, el Sanchato lo va a dejar, si es que sobrevive, con el encefalograma plano, aunque encantado de haberse conocido y convencido de ser más guapo y progresista que nadie.
Y, francamente, no sé qué resultados electorales puede cosechar semejante alineación, de radicales fatuos y sin escrúpulos (lo que, en el caso de los socialistas, ya es algo que casi parece inscrito en su código genético). En las últimas elecciones, dctr Snchz ha taladrado vez tras vez el suelo electoral socialista, tanto a nivel nacional como regional. Sólo la alianza con los neocom les permitió retener algo de poder territorial, y sólo (o esa es la impresión que tengo) cuando el candidato local o regional se apartaba un poco del radicalismo de Begoño obtenía unos resultados más o menos decentes.
Claro, que entonces había un Potemos pujante y en crecimiento, y ahora va de capa caída. Lo que, unido a que en España hay mucho tonto, pueden dar cualquier resultado…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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