miércoles, 22 de enero de 2020

Desvergüenza

Que Sin vocales es un sujeto ambicioso y sin escrúpulos era algo fuera de toda duda. Lo que algunos no tenían –no teníamos, quizá- tan claro era hasta qué punto estaba dispuesto a llegar. Ahora ya lo sabemos.
Porque proponer como nueva Fiscal General del Estado a quien hasta la fecha era la titular del Ministerio de Justicia es algo muy fuerte. Supone pasarse por el forro de los dídimos la teoría y la práctica de la separación de poderes. Pero es que, además, esa mujer fue reprobada tres veces en año y medio, por juntarse con lo peor de las cloacas del Estado, mostrar comportamientos que en alguien de derechas habrían sido tildados de homófobos y encubrir delitos de pedofilia.
Pero claro, la ha propuesto quien considera que todo depende del Gobierno –es decir, de él-; y los que ahora están en el Gobierno dicen Diego donde antes dijeron digo; y si antes era alguien que se reúne con un personaje de la basura de Interior, ahora es alguien perfectamente idóneo porque pidió disculpas (aunque no se sepa ni cuándo ni dónde ni cómo).
Mientras, hay preocupación y estupor en el mundo fiscal y judicial tras la propuesta porque, como resumidamente señalan, es como designar a Garzón (Baltasar, no Alberto). El primer partido de la oposición ha recordado a Pierre Nodoyuna que su candidata estuvo en un reservado con Villarejo conociendo de delitos y no los denunció (es más, incluso hizo chanzas).
Sin embargo, las decisiones del presidente tienen consecuencias, siquiera temporales. La elección de Delgado como candidata a fiscal general enfrió la negociación para renovar el CGPJ, y las declaraciones de Junior respaldando a Delgado soliviantaron a los vocales conservadores, que se plantearon rechazar su idoneidad para el cargo, al tiempo que exigieron al cuarto y mitad de vicepresidente que no cuestionase la independencia de los jueces y le pedían mesura.
El presidente del órgano que ni es consejo, ni es general, ni es poder, ni es judicial, intentó sofocar la rebelión y propuso no analizar la idoneidad de Delgado. Finalmente, el CGPJ avaló que Delgado cumple los requisitos legales para ser fiscal general, pero sin valorar su idoneidad. Lo cual es tanto como reconocer que no es idónea para el cargo, puesto que si lo fuera no habría ningún problema en realizar esa valoración.
Quod erat demonstandum.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

No hay comentarios: