viernes, 24 de enero de 2020

¿Primer error?

En el mundo actual, los políticos actúan siempre en función de cálculos. A veces los cálculos los hace el político de turno; a veces, los hacen sus asesores. Y esos asesores, a veces aciertan, y otras veces… otras veces son Arriola.
Pero, por lo general, esos asesores se contentan con permanecer en la sombra, en un segundo plano. No buscan asumir más poder que el que les da aconsejar al líder. Aunque siempre hay excepciones.
Una de esas excepciones parece ser Iván Redondo, asesor de Sin vocales. Una inteligencia maquiavélica asesorando a un ambicioso sin escrúpulos es una amalgama que, de momento, va consiguiendo sus objetivos.
Pero hete aquí que la eminencia gris ha pasado a primera línea. Ya no sólo quiere tener poder; ahora quiere, además, que se sepa. Ya no es sólo el asesor de Pdr Snchz, es también el secretario de Estado de comunicación. Y, en una nueva muestra de los que se muestran confiados en sus posibilidades, ha asumido la estrategia para los próximos treinta años (por lo que recuerdo, González fue más modesto y sólo aspiraba a un cuarto de siglo).
Dice el proverbio que a quien los dioses quieren destruir, primero le vuelven loco (también que cuanto más alto subes, más dura es la caída). Quizá Iván Redondo se ha vuelto loco, porque está empezando a dejar ver, o eso parece, su ambición. Y la persona a la que –de momento- asesora es alguien también ambicioso, que se ha caracterizado, entre otras cosas, por ir deshaciéndose de o arrinconando a cualquiera que pudiera disputarle el poder.
Ahora, sólo queda esperar que se destruyan mutuamente… sin llevarse a España por delante.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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