miércoles, 8 de enero de 2020

Malvada hemeroteca

La única explicación posible para que un ser humano tan miserable como Pedro Sánchez Castejón tenga por delante una carrera en la política es que los que le votan sufren una especie de mezcla entre unas tragaderas inmensas y una amnesia galopante.
Que un político se desdiga de sus palabras es, desgraciadamente, algo asumido. Ya lo sintetizó aquel desastre de alcalde que fue Tierno Galván al decir que las promesas electorales se hacen para no cumplirlas. Pero es que el actual mandaúnico o mandatodo del PSOE ha llevado esta práctica a unos niveles inefables. Literalmente: es difícil describirlo con palabras; aunque, naturalmente, voy a intentarlo, porque lo de escribir un artículo completamente en blanco ya lo hizo Alfonso Ussía cuando describió el pensamiento político de zETAp.
Cuando la presidencia del Gobierno no era para Sin vocales más que un sueño (y una pesadilla para cualquier español con dos dedos de frente), recuerdo que en una entrevista planteó que, si llegara al Gobierno, consideraría la posibilidad de eliminar el Ministerio de Defensa.
Pues bien, en su mensaje de Nochebuena a los miembros de las Fuerzas Armadas que están cumpliendo misiones en el extranjero, les dijo que os queremos sanos y salvos. Viniendo de (casi) cualquier otro político (bueno, no tantos; de los que hay en activo habría que empezar a descontar a Chistorra, Junior…), uno podría creerse que habla sinceramente, con el corazón. Tratándose de éste, se ha desdicho tantas veces de sus palabras (y de sus desdecimientos) que ya no es posible creerle, ni aun cuando dice la verdad.
Suponiendo, claro está, que sea capaz de tal cosa.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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