Abundando
sobre el escándalo que supone el que el desgobierno socialcomunista
instrumentalice todos los resortes del Estado a su alcance para mantenerse en
el poder, hoy toca hablar del principio de jerarquía, que es uno de los que
informa el ejercicio de su tarea por los miembros de la carrera fiscal.
Porque
no hace ni diez días nos enterábamos de que los fiscales de la causa del 8-M no querían pedir el archivo de la misma, ni tampoco seguir la línea marcada por la
Abogacía del Gobierno… perdón, del Estado (pero ¿en qué estaría yo pensando?). No
estaban de acuerdo en acusar a José Manuel Franco de haber cometido un delito
de prevaricación, al considerar que no sería el responsable competente para prohibir
las manifestaciones; no obstante, defendían que la instrucción debía seguir
adelante y tampoco se oponían a que el delegado del Gobierno declarase como
imputado ante la juez para explicar los hechos, aunque posteriormente no fuera
procesado. Pero como donde manda encubridora de pederastas no manda marinero…
se presentó el escrito que se presentó.
Por
ello, y por mucho más…
¡¡¡EL
GOBIERNO ES RESPONSABLE!!!
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