jueves, 4 de junio de 2020

Coronavirus (86)

Cada vez con menos retardo entre la noticia y el comentario -menos de una semana, esta vez-, los sucesos sobre el Covid-19 siguen dándome materia suficiente para generar dos comentarios al día. Vamos con el de hoy.
Ciudadanos nació, en su día, como un partido de centro. De centro izquierda, quizá, ante la inexistencia de una opción españolista de ese signo en Cataluña, región donde nació y creció antes de extenderse al resto de España. Lo que ocurrió fue que el desencanto en aquel momento era tan grande con los dos, valga la redundancia, grandes partidos, que su crecimiento fue mucho más rápido y mucho mayor de lo esperado. Tanto, que se vieron -o algunos de los líderes se vieron en esa posibilidad- con opciones de luchar por el primer puesto: ya no les valía ir de comparsas, querían un sitio a la mesa, y un sitio importante.
Quizá pensaran que negándose a pactar con Sin vocales -algo a lo que cualquier persona sensata y decente que ame a España se negaría-, pescarían votos en el caladero de la derecha. Pero no, el resultado de esa estrategia fue desastroso, para ellos y para España: ellos perdieron el ochenta por ciento de sus diputados, y España quedó en manos, ochenta y cuatro años después, de un frente popular reeditado.
Por ello, no sé por qué Arrimadas -una política en principio valiosa, y bien que lo demostró batiéndose el cobre contra los secesionistas, pero a la que quizá la responsabilidad le venga grande- aceptó respaldar la quinta prórroga del estado de alarma. Si era con la esperanza de arrancar a Pdr Snchz de las garras de los secesionistas, vana esperanza, puesto que con nadie está más cómodo que con ellos; si era para marcar un perfil propio, el que ha marcado es el de ser, prácticamente, la única persona que confía en un sujeto que ha hecho de la mentira, no ya un modus operandi, sino un modus vivendi; si es por algún oscuro secreto que Dctr Frdz conozca sobre ella (lo he llegado a pensar), ella sabrá.
El hecho es que ha demostrado ser prescindible: la abstención de los ierreceos -tras acordar públicamente con el PSOE el retorno de las competencias (ya sabemos lo que vale la palabra de unos y otros), y en privado (vaya privacidad, si es público que lo han acordado; que digan a determinar o a desvelar) una fecha para la mesa de diálogo- hace irrelevante lo que voten los pomelos, y no hace, desde mi punto de vista, sino confirmar la tendencia a su lento pero continuo desvanecimiento como fuerza política nacional.
Por ello, y por mucho más…
¡¡¡EL GOBIERNO ES RESPONSABLE!!!

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