Hay
un dicho que creo que reza no dejes que la realidad te estropee un buen
titular. Algo parecido podría decirse de los progres: no dejes que la
realidad te estropee un buen eslogan. Pues de uno de esos eslóganes vamos a
hablar hoy.
Era
yo muy pequeñito -no diré que hace medio siglo, pero quizá sí nueve lustros- cuando
empecé a ver pegatinas circulares con el eslogan ¿Nuclear? No, gracias,
y un sol sonriente en el centro. Naturalmente, entonces no entendía lo que
querían decir, ni sabía sobre la energía nuclear (y los ecolojetas) lo
que ahora sé.
Y
lo que sé -sobre la energía nuclear, claro, no sobre los otros- se resume en unas
pocas frases. La energía nuclear es, si se tiene el cuidado necesario, segura. La
energía nuclear es menos contaminante que otras. La energía nuclear contribuye
menos al calentamiento global, al efecto invernadero y demás cantinelas ecolojetas
que otras fuentes de energía.
Claro,
que como los ecolojetas chillan mucho, y muy alto, luego tienen que venir
los expertos (y hablo sin ironía a aclarar cosas como que Fukushima no mató a nadie por radioactividad.
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