Fernando
Simón será una eminencia en lo suyo, sea lo que sea lo suyo. Lo que es seguro,
sin ningún género de duda, es que se trata de alguien sin el más mínimo sentido
del ridículo. Lo cual, con un desgobierno trufado de sinvergüenzas, es curiosamente
de lo más apropiado.
Porque
vale el papelón que está haciendo en ninisterio de Mortandad, en
principio una maría sin competencias propias que, por aquello de los
imponderables, ha devenido en crucial con la crisis del Covid-19. Vale que el
sindiós del estado autonómico haga que cada comunidad autónoma -en
especial alguna, y, ascolti, no hace falta dar nombres- sea una taifa
particular donde las autoridades locales hacen, y sobre todo dicen, lo que les
sale de las narices.
Pero
que, tras los múltiples cambios y piruetas estadísticas los datos de Sanidad no
sean capaces de guardar coherencia ni con ellos mismos sobrepasa ya los límites
del esperpento: hace una semana, el ninisterio registraba al mismo tiempo nueve y sesenta y tres muertos por Covid-19 en los siete días
anteriores.
Y,
a todo esto, la eminencia dice que algunas cifras están congeladas, que
las comunidades autónomas tienen que hacer la actualización de los datos,
que se está detectando mucho más gracias al gran esfuerzo de búsqueda…
Por
ello, y por mucho más…
¡¡¡EL
GOBIERNO ES RESPONSABLE!!!
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